Recopilado por: Dra. María Giuffrida de Mendoza
Herramientas Bíblicas para el perdón
Ya el hecho de perdonar es un acto muy difícil para algunos como vimos en la parte I de este artículo, así que mejor que tener herramientas bíblicas para que nos guíen a hacer el perdón que Dios quiere que hagamos. Así, en esta parte, daré algunas herramientas para poder extender ese perdón que nos llevará a la verdadera libertad.
¿Cómo extender el perdón?
“Dios dice en su palabra que seamos tolerantes unos con los otros, y si alguien tiene alguna queja contra otro, perdónense, así como el Señor los ha perdonado a ustedes”. Colosenses 3:13.
Atendiendo a este versículo nos queda claro que el acto de extender el perdón, es un mandato divino. No obstante, es difícil hacerlo para algunos, sin embargo, si involucramos a Dios en este proceso, podremos llevarlo a cabo. El no hacerlo nos puede llevar a la prisión de la falta de perdón, en la cual nos metemos nosotros mismos, pues la misma está constituida por cuatro barrotes: la ofensa, el dolor, las consecuencias y nuestras reacciones carnales.
- La Ofensa: lo que ha ocurrido, lo que la otra persona nos hizo.
- El Dolor: Emociones que sentimos como resultado de la ofensa (traicionados, avergonzados, rechazados, menospreciados, maltratados, deprimidos, enojados o devastados).
- Las Ramificaciones: Como lo que nos ofendió afecta nuestras vidas o las consecuencias (repercusión monetaria, autoestima, perdida de empleo, trabajo extra, problemas en el matrimonio, etc.).
- Mis Reacciones Carnales: Decisiones equivocadas que tomamos a raíz de la ofensa (calumnia, enojo, ira, amargura, clamor, malicia, silencio, consecuencias).
Todo lo anterior nos mantiene anclados dentro de la cárcel de falta de perdón llenos de malicia, celos, contiendas, envidias, chisme.
A continuación esquematizo como aparece en el libro de SALT lo listado con anterioridad:
Si observamos en el segundo diagrama, el individuo está dentro de la prisión de la falta de perdón, con unas llaves en la mano, lo que significa, que él mismo puede salir de esa prisión cuando lo decida. Para salir de allí tómese su tiempo a solas en la intimidad de su habitación, orando mucho a Dios sobre la persona que Él le inquiete a perdonar, busque una hoja blanca y un lápiz y comience a escribir de esta manera:
- Escriba el nombre del ofensor.
- Describa la ofensa.
- Liste los sentimientos de dolor por la ofensa.
- Liste todas las ramificaciones o consecuencias de la ofensa.
- Liste sus reacciones carnales.
Para ello utilizamos lo que se llama las llaves del perdón:
Llave 1. Le confiesa a Dios cuan herido se encuentra en lo referente a la ofensa (Sal 62:8). Dios lo sabe pero es el momento de ser honesto con él sobre lo que siente en relación al acto que va a comenzar a hacer, aún su falta de deseo de hacerlo si ese fuera el caso.
Llave 2. Confiesa a Dios que ha estado manteniendo a la persona que le ofendió culpable por el hecho, las heridas y las consecuencias de la ofensa (Lucas 7:37; Rom 2:1).
Llave 3. Extienda su perdón a la persona por la ofensa, el dolor y las consecuencias de ella. Este perdón extiende la gracia al ofensor, así como Cristo me extendió gracia a mí (Ef 4:32, Col 3:13).
Llave 4. Ahora ponga al ofensor en las manos del Señor y se lo entrega. Esto le permitirá al Señor obrar en la vida de esta persona en su tiempo (1 Pedro 5:7).
Llave 5. Ahora nombre y confiese sus reacciones y actitudes pecaminosas (incluyendo llamar al ofensor culpable) y erróneas. Pídale a Dios que le señale donde está practicando el endiosamiento y arrepientase. (1 Juan 1:9).
Llave 6. Escoja vivir como la nueva creación que es (2 Cor 5:17). Esto significa que Dios lo ha perdonado y puede hacer a un lado sus reacciones carnales (Ef 4:31, Col 3:8, 12).
Llave 7. Confiésele a Dios que está dispuesto a reconciliarse con el ofensor y que le permita a Él amarlo a través de usted (Col 3:14; Heb 12:14).
Luego hago la siguiente oración:
Para todo lo anterior puede utilizar las siguientes dos oraciones que están en el material como modelo:
Señor, decido perdonar a __________________ por (la ofensa) ________________ porque me hizo sentir (describa todos los sentimientos dolorosos que sintió)________________________, lo perdono por las consecuencias que ha traído sobre mi vida_____________________, y te pido perdón por mis reacciones carnales (describa aquí sus reacciones carnales)
Luego de haber perdonado a la persona por cada recuerdo doloroso, ore así:
Señor, desecho mis resentimientos. Renuncio a mi derecho de vengarme, y te pido que sanes mis emociones dañadas. Pido que tú vengues mi causa y me hagas justicia. Gracias por liberarme de la esclavitud de la amargura. Ahora te pido que bendigas a quienes me han herido y oro para que tú Señor trates con ellos. Dame tu paz y tu consuelo Dios mientras me sano de mis heridas y emociones dañadas. Te lo ruego en el nombre de Jesús. Amen
- Haga esto en voz alta, y finalmente,
- “Destruya la lista”. En señal que más nunca traerá a colación la ofensa que ha perdonado. Tal cual hizo Dios con nuestros pecados como lo señalan los siguientes dos versículos:
El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados. Miqueas 7:19
Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo; y no me acordaré de tus pecados. Isaías 43:25
Un paso importante en el proceso del perdón aún cuando no aparezca listado arriba, es orar todo el tiempo por la persona que nos ha ofendido o nos ha hecho daño, pedirle a Dios que nos permita amar a la persona como él la ama y verla como él la ve, es un acto noble de nuestro corazón. El es misericordioso, cosa que nosotros no solemos ser cuando estamos heridos por algo que nos hicieron.
Una de las cosas que he aprendido en este poderoso acto de extender el perdón, es que en esa necesidad de venganza y justicia que tenemos los seres humanos; así cuando entregamos nuestra causa a Dios y él tratará con la persona que nos ha dañado, y nos reivindicará a su tiempo y a su modo. Sólo esperemos con paciencia el trato de Dios, no solo con el ofensor, sino con nosotros mismos, pues en medio del dolor de tener que perdonar a aquel que nos ofendió sin contemplaciones, Dios va sanando todas y cada una de nuestras heridas.
Finalmente cuando logras perdonar y sanar, sales de esa cárcel de falta de perdón.
“Perdonar es liberar a un cautivo, hasta que te das cuenta que el cautivo eras tu”
NOTA: Nunca digas al ofensor que el/ella ha sido perdonado. Perdonar a una persona no requiere que dicha persona sea informada de ello. Decirle a la persona simplemente crearía más conflicto. El perdón que tú le extendiste es únicamente entre tu y Dios.
PERDONAR entonces es:
- Una actitud de gracia. Es borrar la deuda y esperar que el recuerdo no lastime más.
- Exculpar a la otra persona de las consecuencias del agravio que nos ocasionó (liberar).
- La máxima expresión del amor. El perdón es evidencia del amor.
- Un acto de misericordia.
- Un acto de valor.
Bibliografía
- Libro S.A.L.T. Seven Areas of live training. Entrenamiento en las siete áreas de la vida. Mi relación con los demás. Social 3. 2010
- Libro manual VCV. Vidas Cristianas Victoriosas
- Lynch, Charles. Manual de Conserjería Bíblica, 22/12/2011.
- Anderson, Neal. Pasos para la libertad en Cristo. 04/12/2010. En: http://www.wehelpchildren.org/uploads/1/3/0/5/13054870/los-pasos-hacia-la-libertad.pdf
- El perdonar, el pedir perdón y la reconciliación total. En: http://www.centrorey.org/pastoral/pas_80.html. 10/2013.
- Los 15 beneficios del perdón. En: http://www.sh1nsei.org/salud/los-15-beneficios-del-perdon/. 06/04/2015.
- Cinco beneficios para la salud que te da el perdonar. En: http://pijamasurf.com/2013/12/cinco-beneficios-para-la-salud-de-perdonar/. 12/03/2013